Reino Unido necesita un impuesto a las grandes fortunas para financiar los servicios públicos, no exprimir a los más pobres
September 9th, 2021
September 9th, 2021
El Reino Unido ha aprobado una de las reformas fiscales más regresivas de su historia con el aumento de la contribución a la seguridad social (NIC, por sus siglas en inglés) del 1,25%, con el objetivo de recaudar $13.700 millones para financiar la atención social a los ancianos y las personas con enfermedades de larga duración.
El aumento igual en los impuestos a los dividendos del 1,25% sólo recaudará £600 millones ($825 millones) en comparación por año. Este aumento de impuestos está diseñado para golpear a los más pobres, ya que una persona que gana un salario promedio de $41.300 paga el 9% en NIC, mientras que una persona que gana $413.000 sólo paga el 3% de sus ingresos en NIC. Simplemente igualar la tasa al 12% para todos, excepto los más pobres, como algunos sugieren, podría recaudar la friolera de $19.200 millones.
¿Entonces por qué buscar alternativas? Hacer que las grandes corporaciones como Facebook, Google y Uber paguen su parte justa de impuestos a través de un impuesto mínimo global, por ejemplo, podría recaudar miles de millones de dólares cada año. El negocio de Amazon en el Reino Unido pagó el año pasado sólo $5.2 millones más en impuestos corporativos que en 2019, incluso cuando las ventas aumentaron en $ 2.600 millones. Y así otras empresas.
El Reino Unido debería seguir la estela de otros países del G20, como Sudáfrica y Argentina, que están creando sistemas fiscales más progresivos al tiempo que extienden las medidas de ayuda de Covid-19 para ayudar a los más pobres. Sudáfrica amplió recientemente su subvenciones sociales llamada Social Relief of Distress (SRD) de R350 ($25) por mes hasta el 22 de marzo, junto con otras medidas de protección social, que actualmente se financian mediante la emisión de nueva deuda. Al mismo tiempo aumentaron los llamados ‘impuestos al vicio’ sobre el tabaco y el alcohol en un 8%.
Activistas sudafricanos han declarado que debería de haber más apoyo para atajar la pobreza, ofreciendo al menos en R585 ($41). Esto debería financiarse a través de un Impuesto de Seguridad Social (SST), que se aplica de forma progresiva con tasas más altas a las personas con ingresos más altos, junto con impuestos sobre el patrimonio, transacciones financieras y ganancias de capital. Éstas y otras propuestas progresistas para gravar los altos ingresos y la riqueza son consideradas cada vez más inevitables por los inversores para tapar las brechas en las finanzas públicas, a pesar del temor a la fuga de capitales y minar la confianza de los inversores entre los políticos.
Argentina ha ido más allá, y creó un impuesto sobre el patrimonio a fines de 2020, aplicable a las 12.000 personas más ricas del país (representando únicamente el 0,02% de la población que ha declarado activos financieros de más de $2,5 millones), quienes ahora están sujetos a un impuesto único de 2-5,25% de su riqueza, y con el que el gobierno argentino espera recaudar $3.500 millones. En abril de 2021, cuatro meses desde su aprobación, el impuesto ya había recaudado $2.400 millones. Presentaron querellas por ejemplo los herederos de la fortuna de Diego Maradona, y otras personas muy adineradas, pero hasta ahora no han tenido ningún efecto. Estas medidas están ahí para financiar el Ingreso Familiar de Emergencia que se pagó desde del abril a diciembre de 2020, y otros programas de asistencia.
Hay muchas otras formas en que el Reino Unido podría financiar la atención y la protección social sin repercutir los costos en las personas con bajos ingresos. La mayoría de los dividendos para inversores individuales, por ejemplo, en realidad no están gravados, ya que se mantienen en cuentas de ahorro libres de impuestos conocidas como Cuentas de Ahorro Individuales (ISA, por sus siglas en inglés). En junio de 2021, había $853.000 millones en estos ahorros de ISA exentos de impuestos, ingresos sacrificados por valor de $4.800 millones. Gran parte de estos ingresos sacrificados se atribuyen a aquellos que ganan más de $137.000 al año. Como los más ricos tienden a tener más ISA, los ingresos sacrificados son casi exclusivamente de las personas más ricas, y probablemente la mitad de estos ingresos podría recuperarse poniendo un tope a las ISA.
Algunas organizaciones del Reino Unido también sugieren reducir las exenciones de impuestos a la herencia y limitar la cantidad que se puede reclamar. Aumentar el impuesto de sociedades al 20% también podría recaudar $18.3300 millones al año, y gravar los ingresos de la riqueza al mismo ritmo que los ingresos del trabajo generaría una recaudación de impuestos de $5.500 millones. El sistema de protección y atención social británico necesita financiación urgente mientras el país sigue luchando contra los efectos de la pandemia, pero cobrar impuestos a los más pobres para generar este dinero definitivamente no es el camino correcto.